sábado, 26 de septiembre de 2009

EL CONOCIMIENTO DE LAS LENGUAS: LENGUA MATERNA Y LENGUAS EXTRANJERAS

Durante años, nos hemos preguntado cuál es la mejor manera de la enseñar la lengua materna, si es posible dominarla gracias a la manera natural como la aprendemos en nuestro hogar; es decir, por el mero contacto con los demás. Así, maestros e investigadores han demostrado que el empleo de situaciones de comunicación y de intercambio verbal, las condiciones naturales de adquisición de una lengua son pertinentes como herramienta didáctica en las aulas de clase. Por consiguiente, vale la pena a continuación hablar un poco de las maneras como se ha venido enseñando la lengua materna y de uno de los aspectos genéticos o los aprendizajes fundamentales: el aprendizaje de la lengua hablada y el aprendizaje de la lengua escrita.



El ser humano desde su gestación siente la necesidad de comunicarse con los demás y con su mundo, por eso antes de poder pronunciar alguna palabra, este logra comunicar sus pensamientos y sentimientos a través del llanto o de sonidos que aparentemente no tienen sentido pero que en realidad están comunicando. Así, podemos ver que el hombre primero aprende a hablar, es decir, que la lengua hablada es para el ser humano una facultad con la cual puede comunicarse diariamente con los demás.



Del mismo modo, a través de la historia podemos ver que el hombre también sintió la necesidad de lograr que su mitología, sus costumbres y creencias trascendieran de generación en generación, razón por la cual comenzaron ha comunicar por medio de pictogramas, otros con dibujos, y más adelante con la escritura de signos gráficos, sus pensamientos e ideologías. De esta manera, hoy en día podemos decir que la lengua escrita es un conjunto de signos gráficos cargados de sentido y significado, pues con ella el hombre expresa sus sentimientos, sus ideas y pensamientos.



Así, dada la necesidad de comunicación, en el mundo cada persona, cada padre de familia, y cada maestro o docente, se pusieron en la tarea de enseñar la lengua materna a partir de la lengua hablada y la lengua escrita., por ejemplo, tradicionalmente en Colombia la lectura y la escritura se impartía en las aulas de clase con métodos o herramientas que carecían de sentido y significado; es decir algunos maestros se enfocaban en enseñar a los jóvenes a decodificar símbolos, a articular correctamente los sonidos y a dominar la gramática, sin tener en cuenta el verdadero significado sobre el saber leer y escribir, que es saber manejar no sólo las técnicas gramaticales, sino además es inferir, analizar, criticar las diversas posturas que contiene los textos y expresar las ideas coherentemente . En consecuencia, se puede decir que la lectura y la escritura de textos era reducida al simple domino de símbolos gráficos. Pero con los años, llegaron nuevas propuestas que apuntaban a la lectura y escritura de textos significativos, una de dichas propuestas se dio por los años cincuenta, época en la cual, las corrientes lingüísticas estructuralistas comenzaron a renovar la enseñanza de los idiomas. Esta corriente sugirió que se debía enseñar a leer no con palabras simples y descontextualizadas -como se venía haciendo- , sino con palabras enteras que tuviesen un significado correspondiente en la vida real. Desde esta época en Colombia el ministerio de educación, integró a la enseñanza de la lengua materna, la enseñanza de la literatura, con el fin de lograr un verdadero aprendizaje significativo en los educandos.



Con consiguiente, se puede agregar que aprender a leer y a escribir deriva de un aprendizaje más sistematizado que el que permite llegar al lenguaje hablado. Por tanto no es posible analizar las condiciones de este aprendizaje sin estudiar primero y al mismo tiempo los métodos que se aplican para asegurarlo. Sin embargo parece necesario recordar en primer término algunas verdades elementales, muy simples, pero que con demasiada frecuencia se tiende a perder de vista.





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